Así como explicaba en el Artículo anterior el “Sentido de la Educación en la Vida Cotidiana”, ahora intentaré compartir con ustedes la influencia del Paisaje en la vida cotidiana y como la Pedagogía se mete en el Paisaje, hasta darle un nuevo sentido a la vida.
El paisaje está en la Naturaleza y también en lo profundo del ser humano. Son saberes y sentires del alma. Así como la Educación y la Cultura interactúan entre sí, la naturaleza, el ser y el paisaje son parte de un mismo proceso.
Si la Escuela no enseña a cuidar la tierra, el aire y el agua, no podrá conocer su sabiduría y menos gozar de su belleza. No basta con conocer la naturaleza, hay que amarla y respetarla. Así como nosotros somos capaces de pensarnos a nosotros mismos, la naturaleza también es capaz de pensarse a sí misma. Respetar el Medio Ambiente es una manera de amar el paisaje. El Paisaje se construye dentro del ser humano, por ello después lo extraño tanto que deseamos el regreso. Pero no es solo un sentimiento, es sabiduría, es cultura.
Por qué se habla de una Pedagogía del Paisaje, porque no es algo instantáneo, es un proceso construido de ida de vuelta, entre el propio paisaje y lo que se siente en lo profundo del pecho, allí cerquita del corazón.
Kar Sagan (Filósofo Griego), decía que los árboles eran nuestros primos hermanos. Que en ambos corre el ácido Ribonucleico por nuestras venas, que no es igual, pero que se parece mucho. Los Ecólogos saben que hay plantas capaces de absorber el Dióxido de Carbono que derraman los autos por el caño de escape. No está mal decir que hay plantas que nos cuidan.
La Educación necesita de una Planificación que fundamente sus saberes en una Pedagogía del Paisaje. Allí está resumida el sentido de la vida. Hazte amigo del paisaje. hay que cuidarlo como cuidamos nuestra vida. No se puede vivir sin paisaje, es imperativo armar un Curriculum que tenga como eje central una Pedagogía del Paisaje.
Enseñar es aprender a vivir con el Paisaje.
Por Néstor Hugo Quiroga – quiroganestorh@gmail.com