Porque si a la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir…
Creo que hablan por sí solas y es una buena propuesta para trabajadores de la educación y chicos del secundario. Es una manera de abordar los conflictos desde una mirada que escruta, interpela, provoca, cuestiona a la historia oficial que no se escribe con “regla, escuadra y compás”, sino con dolor, lucha, tristezas y alegrías. Con los muertos, que siempre, los pone el pueblo.
A través de ellas se muestra una historia en construcción en tiempos turbulentos en el que se disputa – post pandemia – un mundo solidario y armonioso con la naturaleza y los derechos humanos y el conocido hasta ahora, del capitalismo y la devastación. Asimismo visibiliza a los excluidos de la historia, a los sin voz y los hace emerger. Al mismo tiempo que descoloniza y propone nuevas miradas con periodistas que no se rinden ante el poder de los dueños de los medios y dan batalla cultural.