Aprendizajes Laicos, un tajo en la escuela normalista: parte 9

Los padres y madres …….ese “cuco” imaginario

Las madres y los padres fueron el fantasma que recorrió todos los estamentos, de la escuela y cualquier mención acerca de la realización de algún taller con temas como los anticonceptivos, el aborto, personas trans o el uso del preservativo, etc; era suficiente para que alguien dijera “que van a decir los padres” o “los padres no van a estar de acuerdo” o “se van a quejar” o “van a sacar los chicos del taller” etc. etc. Estos comentarios, la mayoría de las veces, no tenían un correlato con la realidad porque las familias “descansaban” de esos temas y dejaban que la escuela se ocupara , otras veces las familias ocupadas en sus responsabilidades laborales no advertían que se les daba ESI a sus hijos o simplemente confiaban en la organización escolar

El temor estuvo siempre presente, eran más las inhibiciones de los actores escolares que lo que los padres y madres requerían. Muy a su pesar tenían que “ver” y “escuchar” lo que se enseñaba en las aulas, y eso los inquietaba, aumentaba sus fantasías pobladas de malos entendidos y obsesiones.

No vamos a mencionar que no hubo familias que no estuvieron de acuerdo y no autorizaron a sus hijos, pero sobre un total de más de ochocientos estudiantes las que lo hicieron fueron en un porcentaje ínfimo.

Ante estas aprensiones/preocupaciones se realizaba una reunión informativa preliminar con las familias, a las que concurrían entre diez o doce personas sobre un total de treinta estudiantes. Los que asistían realizaban muchas preguntas la mayoría estaban dirigidas a saber qué se les iba a decir a los chicos y chicas

Nuestra respuesta era que partíamos de los conocimientos que lxs adolescentes que traían de la casa, del interés que manifestaban los pibes y pibas y de sus necesidades de conocer los temas que más les interesaban. Eso se realizaba mediante una técnica “lluvia de ideas” la que daba cuenta de la información que traían al taller y en la mayoría se advertía: escasez de conocimientos, pocas nociones científicas e informaciones brindadas por los hermanos mayores o la televisión. En general eran los pares “los informantes oficiales” que proveían ideas y conceptos distorsionados por tabúes y prejuicios. Los temas estrellas eran la genitalidad, la diversidad sexual, la procreación, la orientación sexual, etc. Estos grandes temas se repetían en todas las edades con diferentes niveles de análisis y profundidad.

Las familias en general con todas sus dudas, confianzas y desconfianzas apoyaron el proyecto. Hubieron quienes lo hicieron suyo, ayudaron a derribar temores y estimularon la realización de los talleres. El gran mito era que al tener educación sexual lxs estudiantes iban a tener relaciones sexuales tempranas cuando las investigaciones daban cuenta que el mayor conocimiento retardaba el inicio sexual y las chicas se fortalecían en el ejercicio de sus derechos, en particular el de cuidar su cuerpo y exigir el cumplimiento de los mismos.

También pudimos advertir a través de las encuestas realizadas, que si bien la edad de iniciación era los dieciséis años no todos tenían su primera relación sexual a esa edad, era un porcentaje muy bajo Se conocían las presiones entre los grupos, lo que llevó a trabajar el tema para que no prevalecieran “las modas” o las presiones de los pares y todos los vínculos se dieran en el marco del cuidado el cariño y la tranquilidad y sobre todo para que se respetara la decisión de cada adolescente

La frase de Alex Comfort era “La vida es una aventura maravillosa que no vale la pena estropearla” es decir que lo que se promovía eran actitudes y conductas responsables que les permitieran tomar en la juventud, decisiones maduras y libres.

Por Marta Fourcade.

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