Porque si a la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir…
Creo que hablan por sí solas y es una buena propuesta para trabajadores de la educación y chicos del secundario. Es una manera de abordar los conflictos desde una mirada que escruta, interpela, provoca, cuestiona a la historia oficial que no se escribe con “regla, escuadra y compás”, sino con dolor, lucha, tristezas y alegrías. Con los muertos, que siempre, los pone el pueblo.
A través de ellas se muestra una historia en construcción en tiempos turbulentos en el que se disputa – post pandemia – un mundo solidario y armonioso con la naturaleza y los derechos humanos y el conocido hasta ahora, del capitalismo y la devastación. Asimismo visibiliza a los excluidos de la historia, a los sin voz y los hace emerger. Al mismo tiempo que descoloniza y propone nuevas miradas con periodistas que no se rinden ante el poder de los dueños de los medios y dan batalla cultural.
La primera tapa es del 4 de noviembre «No hay mal que dure 100 años», hace referencia al conflicto – a resolver – existente en la justicia y la necesidad de una profunda reforma en el Poder Judicial.
La segunda del 18 de noviembre “Que sea ley” plantea las distintas visiones existentes y la necesidad de la ley del aborto.
La tercera del 22 de noviembre «La Mala Educación» habla de las polémicas declaraciones de la ministra Acuña, que calificó a los docentes de “pobres, viejos, militantes y fracasados”. Ella estudió en la escuela de Bariloche cuyo director era Erik Priebke, criminal de guerra nazi.
La cuarta del 24 de noviembre «Tierra Arrasada» es la esperanza de que se convierta en ley el proyecto contra los incendios que prohíbe el uso de tierras quemadas que tanto daño causan al medio ambiente.
La quinta del 26 de noviembre «Yo no quiero esta pena en mi corazón» la tapa que dejó consternado al mundo por la partida de Maradona.
Por Silvia Lacreu