Se trabajó desde el aula y con un grupo de compañerxs en el proyecto de Memoria. Era Rector de la Escuela el profesor Mario Greco, allá por el año 1998.
“Se piensa en un camino, porque caminar no implica quietud sino un avanzar hacia el horizonte. Transhumar en busca de las mejores tierras y los mejores hombres/ mujeres/ diversidades. Esta producción se inicia en 1998 cuando se colocó un cuadrito artesanal con los nombres de los desaparecidos de San Luis en la pared de la galería de la escuela – planta baja, calle Mitre – con la leyenda “Porque caminaron con los ojos bien abiertos, que la tristeza nunca sea unida a sus nombres”. Al poco tiempo fue sustraído del lugar.
En el 2003 se comenzó a trabajar desde el aula con estudiantes del último año de la secundaria, en la reconstrucción de historias de vida y sueños de desaparecidos de la escuela: Julio Everto Suàrez, Pedro Valentìn Ledesma y Jorge Luis Ruffa. Se colocaron tres cuadritos con sus fotos, al tiempo en que desapareció el de Pedro, y luego los otros dos. Es preciso recordar que algunas autoridades de la escuela estaban de acuerdo ideológicamente con la dictadura.
En el año 2004 se colocó nuevamente la nómina de desaparecidos con la misma leyenda en 1998.
En el año 2006 se incorporaron las de Mauricio López (Ex rector de la UNSL), Aníbal Torres, Ana María Ponce y Jorge Ruartes.
En el 2007 se integraron nuevas imágenes al camino de la memoria luego de que los estudiantes investigaran las historias de vida de José Antonio D’Arcangelo, Carlos Mansilla y Graciela Fiocchetti.
Estudiantes del 6º año del bachillerato humanístico optaron ese año por realizar talleres diseñados por ellos para toda la escuela. Al finalizar la jornada confluyeron los participantes de los talleres en la Plaza Pringles para integrarse a otras actividades articuladas con grupos de los centros de estudiantes de otras escuelas de la ciudad (Bellas Artes, Colegio Nacional, Normal de Niñas). Dentro de las actividades se rescata la producción de setenta afiches expuestos durante tres días en la escuela normal.
Para la construcción de conocimiento sobre Memoria, Identidad, Derechos Humanos los y las estudiantes realizaron búsqueda bibliográfica especìfica del tema, entrevistaron a sobrevivientes y miembros de organismos de Derechos Humanos, visionaron material audiovisual y temático. Citado en “Tejiendo y destejiendo historias y memorias”, Silvia Lacreu, 2015.
Fue importante el acompañamiento de la entonces Rectora Edita Rosales de Cruceño. En el gremio ADU- que adhería a CONADU- estaban Roberto Perino, Aníbal Oliveras y otros compañeros que se fueron sumando en el tiempo y que apostaron fuertemente esta actividad. Con todos ellos fuimos responsables de la construcción de la galería de la Memoria a lo largo de muchos años.
Obviamente existió fuerte resistencia de obsoletos colegas que no entendían de nuevos paradigmas y prefirieron desconocer a quienes teníamos otra visión de la educación y del mundo. Les habíamos puesto un nombre: el “elenco estable” porque siempre estaban del lado del poder y del rector/ra de turno. Contra todo cambio, viniera de donde viniese.
Por Silvia Lacreu